Después de almorzar en un restaurante cercano a las Ramblas, que por cierto me hice amiga del camarero, me enseñó una foto que tenía con Bakero y con Koeman, y todo porque llevaba la camiseta del Barça, un tio estupendo vaya. Fuimos a pasear por las Ramblas, hice unas cuantas fotos, sobre todo a un tio que parecía un murciélago enteramente, el disfraz estaba muy bien.
A las 4 de la tarde, fuimos a ver la Sagrada Familia, y Monjuit, creo que perdimos el partido por eso, por visitar el estadio del Español antes que el Camp nou, es como si te levantas con la izquierda.
Sobre las 6 y media llegamos al camp nou, después de pasar por las calles de Barcelona llenas de gente disfrazada por el carnaval. Estuvimos un ratillo en la tienda comprando unas cosillas en la Botiga, yo estaba deseando de entrar al campo, no era la primera vez que iba, pero si era mi primer partido.
A las 7 nos pusimos en la cola, el estadio es enorme, tiene un montón de entradas, y muchas colas. Menos mal que la cosa no va muy lenta del todo, y antes de las 7 y media ya estabamos dentro del estadio.
Nos costó un poco encontrar nuestros asientos, aquí llegó mi primer cabreo en el viaje, resulta que estabamos demasiado altos, y no podia diferenciar a los jugadores ni con las gafas puestas. Me esperé un poco con mi padre allí arriba, pero los nervios no me dejaban quieta, tenía que bajar como fuera, aunque me perdiera, aunque me regañaran, me daba igual, era mi sueño y no me iba a rendir.
Cuando los jugadores dejaron de calentar le dije a mi padre que no podía más y que me bajaba, que buscaría un asiento más cerca del campo, para poder verles. Mi padre se quedó arriba y vio todo el partido de pie. Bajé dos graderías enteras y me senté al lado de los socios, un hombre mayor me dijo que me podía quedar allí mientras el socio no viniera, ya que esos asientos siempre están ocupados, pues tuve la suerte de que el socio en cuestión no vino al partido, y pude ver perfectamente a cada uno de los jugadores, sobre todo a Puyol, Abidal, Henry, Messi y Alves que pasaban por esa banda.
Es difícil de explicar lo que yo sentí en esos 90 minutos. Al principio estaba un poco cortada, tenía miedo de que el socio llegara y me quitara ese buen asiento, pero después de veinte minutos se me pasó todo. Animaba como la que más, aprendí un montón de palabras en catalán, el hombre que estaba a mi lado me hablaba en catalán y me enteraba perfectamente de todo. Fue un partido trabado, como todos los derbys, y entre el fallo de Valdés, el arbitro malísimo, y Etoó que no hizo nada pues bueno. A ellos les salio bien su forma de afrontar el encuentro y se llevaron los tres puntos.
Lo mejor, me quedo con el gol de Touré, que pude grabar en directo con mi cámara. También debo decir que la gente se porto genial conmigo, se suele decir que los catalanes son muy suyos y tal, pues resulta que yo conocí a tres en el viaje y tres estupendas personas, agradables y simpáticos.
Lo peor, la derrota y sobre todo que fuera De la Peña, un ex-azulgrana el que marcó los dos goles, duele más que marqué un viejo conocido.