2 sept 2011

Hoy necesito “SENTIR”



Mis ojos vendados, mi cuerpo yace semidesnudo en la cama, me siento inmersa en el silencio y la oscuridad de cuatro paredes hasta ahora desconocidas para mí, ¿dónde estoy?, ¿cómo he llegado hasta aquí?, de repente unos leves chasquidos me avisan de que no estoy sola en esa habitación, me dispongo a incorporarme y noto que mis manos están atadas a la cama, mis muñecas están cubiertas por unos suaves pañuelos de seda, los nudos no me aprietan pero mi movilidad es bastante reducida. Siento como alguien se acerca y se sienta a mi lado, justamente en el filo de la cama, siento miedo así que no pronuncio palabra alguna, tan sólo espero…

Un leve susurro sssshhh, unas suaves caricias que empiezan en mi pelo y acaban en mis pies, recorriendo cada poro de mi piel, cada rincón de mi cuerpo, supe que ese alguien era un hombre, su olor era intenso, diferente y a la vez agradable.

Hubo una pausa en sus caricias, ahora no eran sus dedos, eran sus labios carnosos los que me regalaban pequeños e intensos besos por todo mi cuerpo, decidí no pensar, tan sólo sentir, sentir como ese desconocido producía en mí tantas sensaciones nuevas y placenteras.

Noté algo frío y mojado en mi ombligo, era hielo, sí, un cubito de hielo, al principio ese cambio de temperatura provocó que mi vello se erizara, después disfruté de como el hielo dibujaba en mi cuerpo una serie de líneas o más bien unas sendas peligrosas.

Después ese hielo se posó en mis labios tan solo un par de segundos, lo retiró y sus labios rozaron los míos por primera y única vez. Tras ese hermoso y largo beso se levantó de la cama y se fue, escuché cerrar la puerta de la habitación, que de nuevo se llenó de silencio.

Tan sólo me deje llevar por sus dedos, besos, caricias, aroma, cambios de temperatura. Sus juegos inocentes, exóticos y nuevos me resultaban mucho más eróticos y placenteros que ningún encuentro pasado. Pensando en lo que me había pasado me quede dormida, llena de paz y sintiéndome realmente plena.

Cuando desperté y abrí los ojos estaba en mi cama, en mi dormitorio, ¿todo había sido un maravilloso sueño? o ¿tal vez no?



Eso nunca lo sabré...




Dedicada en especial a TI, y a toda aquella persona que alguna vez:

“ha querido volar, volverse loca, escapar por unos minutos del día a día, que le hagan sentir libre, joven, deseada. Sentir y hacer sentir de forma diferente…escapar pero siempre con billete de ida y vuelta a su vida”